Friday, November 18, 2005

El olor entre las piernas, cap. 60 Sueños de pierna rota

El olor entre las piernas,
Cap. 60
Sueños de pierna rota

Escribir ya no se trata de escribir, sino de cuántas conexiones puedes hacer por minuto. Moe, mi hermano mayor, se fue para Rwanda y me tiene preocupado. No hace mucho me dijo que la primera vez que fue a África le impresionó la miseria hasta el punto de determinar que el mundo entero literalmente se olvidó de África. Lo cual me acuerda que San Juan y Puerto Rico entero se olvidaron de Río Piedras, que cada día se parece más a Boston, que siempre está en construcción, ciudad inacabada.

Me caí en Río Piedras y me lastimé la rodilla. Todavía no se si sabe si es el menisco y hay que operar. Me lo dirán hoy, cuando cojee hasta el casco de Río Piedras, pequeña ciudad incompleta, para buscar las radiografías. Yo mismo soy una pequeña ciudad, inacabada, incompleta.

Río Piedras poco a poco vuelve a ser lo que era antes, en los tiempos en que nací. Ahora, con la reconstrucción del cine Paradise, imagino que tendrá la vida nocturna que se merece, la que tenía antes. Eso, si el violador errante lo permite.

Anoche Rosalina me dijo que no puede seguir escribiendo "El orgasmo de las orquídeas" conmigo. La tesina, su clase de CIFI, la de francés y la de literatura medieval la tienen seca. Hablando de literatura medieval, no puedo dejar de establecer un paralelo entre mi amiga la medievalista, y la relación entre Mayra Santos y su amiga Aurora Lauzardo, la medievalista. Volviendo a nosotros, yo mismo tengo la tinta seca, aunque poco a poco, como mi Río Piedras, humedezco mi corazón. Le dije a Rosalina que se fuera de vuelta a España. De todas formas ella sigue allá, aun después de regresar a Puerto Rico.

Cojeo por Río Piedras, pensando que caminar por estas calles es como acelerar detrás de un hombre que de lejos parece bello, acelerar para alcanzarlo y verlo, para darme cuenta de que es uno más del montón.

Anoche soñé que estaba tullido, que me faltaba la pierna derecha. Soñé con un deambulante que se pasa en la nueva placita de Río Piedras, la que queda justo frente al viejo cine Paradise. Le dicen Rafa-Sin-Piernas porque está en silla de ruedas. Si le preguntas te dirá que las perdió en la PRIMERA Guerra Mundial. Si le preguntas su edad, te dirá que tiene 24, aunque parece de 42. Esto me acuerda que Moe me dijo que cuando volvió de su primer viaje a África, no podía concebir que persona alguna se quejara de nada. Tiene razón. Pero me duele la pierna. Y por primera vez en mi vida, soy tábula rasa. Estoy en blanco, y soñando sueños de pierna rota, en los cuales me tiro al piso del dolor, a gritar y a hacer un show, mientras Rafa-Sin-Piernas me mira con una ceja arqueada.

En este momento no sé si realmente soy escritor. Aunque para ser honesto, no sé hacer otra cosa. Quizás escribo para acabar lo que tengo inacabado, para darle barniz a lo estrujado, para sanar mi pierna, para devolver el estado de VIH- a mi templo, para darme el gustazo de la niñez que no tuve, para completar a todos mis amigos que sienta incompletos, para completar y reinventar mi Río Piedras... para darle un final, aunque no sea feliz, a mi mundo.

5 comments:

MaReS said...

Aunque no sepas por que escribes, lo importante es que no dejes de hacerlo. Ya que lo haces muy bien!

Lord Picis said...

Tu pierna rota y tu ser intacto, no importa que. Que hermoso ser llebas encarnado.

elijah snow said...

gracias mares, gracias lord piscis. gracias por leerme. se les quiere de gratis.

Glifo said...

Al fin llegué a ti. Seguí los laberintos que se forman con los enlaces de blog a blog. Leí los comentarios del tal elijah snow y me decía, "carajo, concuerdo con él en esto y lo otro...¿quién será?
y hoy lo descubrí ¡duh!.

Que rico es leerte. Que bien retratas nuestra "ciudad de la furia", como le llamo a Río Piedras.

No pares de escribir, recuerda lo que escribió Alejandra Pizarnik:

"Había que escribir sin para qué,
sin para quién..."

Disculpa por el abuso del espacio
TENIA que escribirte.

!Un besote!

Yolanda Arroyo Pizarro said...

Mi niño, te envio un masajito invisible de pierna y corazón, para que te alivies un poquito. Gracias por escribir, tesoro!