Friday, September 15, 2006

El olor entre las piernas, cap. 79 Esto tambien es una verdad oculta

El olor entre las piernas
Cap. 79
Esta también es un a verdad oculta

No sé hasta qué punto es ridículo, y hasta cuál es genial, pero desde hace un tiempo vengo ponderando el significado oculto de los anuncios de publicidad. Con todo el revuelo del concurso de Miss Universe, yo espero que las niñas de este país se den cuenta de que hay mucho más que ser “bella” (a fuerza de tres o cuatro capas de bondo, y múltiples cirugías que depredan el aspecto NATURAL de la belleza, siendo éste la versatilidad y variedad de la misma) para una mujer. Siempre he querido decir esto en voz alta, tal vez hasta gritarlo: ¡LAS MISSES NO COMPONEN UN CARAJO EN EL MUNDO, NO SIRVEN PARA NADA, NI SIQUIERA SON EMBAJADORAS DE NADA, PORQUE NO REPRESENTAN NADA! Gracias. Good night and good luck!

Adonde me dirijo es a esa sarda de publicidad en torno a el lugar de nacimiento de Zuleyka y su verdadero pueblo (el que la vio crecer y criarse). Todo esto me parece genuinamente ridículo y una pérdida de las aproximadamente 37 páginas de periódicos que se le han dedicado a la “beldad” (¿veldá que sí?) desde que ganó el concurso, lo cual deja decir mucho de los intereses particulares y culturales de esta ínsula tan extraña (AHORA comienzo a entender por qué José Ortega dijo lo que dijo, y cuánta razón tiene…). Pero todo esto requiere un análisis más serio y con mucho más rigor, lo que me lleva a entender que en Puerto Rico ser una Miss Universe es un fin para el cual todo lo demás es un medio, como ser parte del circo de los legisladores y el Senado, que rápido se prestaron a hacerle un homenaje, como los que siempre hacen derrochando sabrá el Diablo cuánto vino Tavel Rosé (el vino de Paco Villón de esta semana, y que podría ser, de no ser por su rara presencia en Puerto Rico, “the Coca-Cola of bottled wines”), cuánta carne Angus (García Padilla… ¿estabas por allí?) y cuántos piscolabis hechos de quesos Camembert, malgastando los chavitos del pueblo. Porque le hacen homenajes a cualquier pendej@ que sale en la prensa, logrando alguna meta mediocre, que nadie sabe cómo realmente afecta a Puerto Rico positivamente, pero que todos honran como algo bueno y digno. Todos menos yo y l@s que son como yo, que piensan que las misses no tocan pito ni flauta en Puerto Rico, ni en ningún otro país. No componen nada, no aportan nada con sus visitas, y cuando la marea vuelve a bajar, y los vientos se disipan, al final todo queda igual, como si no hubiera pasado nada, como es la realidad. Entonces, este análisis me lleva a más confusión, porque no sé en que piensan las mujeres de este país, ni las profesionales, ni las amas de casa (que también son profesionales, porque eso es una realidad), ni las que viven de la tarjeta de la familia. No sé en qué puñeta piensan.

Ayer en la tarde, frente a mi casa en Coamo, una pareja de adolescentes sostenía una discusión acalorada.

-¡Yo ya no quiero estar más contigo! – le decía la joven adolescente, quien portaba un jumper de tela escolar de cuadritos, lo que me indicó que pertenece a la superior vocacional que hay detrás de mi casa, y quien, para sorpresa y júbilo míos, no daba ningún indicio de estar embarazada.
-Chica, no te vayas. Dame un break, -le decía el alacra, montado en una bicicleta, con los pantalones mucho más abajo del culo, enseñando los boxers y un poco la raja de su culo, con un tank top blanco y un pañuelo enrollado en la frente.
-¡Vete con Isabel! Por mí, ella se puede quedar contigo. Y te puedes largar con ella. Yo no soy pendeja.

Esas palabras de la niña me obligaron a asomarme por la ventana y dedicarle un buen momento de observación. Su rostro parecía iluminado por la luz del sol del recientemente pasado mediodía, y es que cuando la gente toma buenas e inteligentes decisiones, la luz del día, o cualquier luz que esté presente en el momento, los ilumina como un juego óptico del destino.

-Mira, llama a este número. Te van a decir que yo no estuve con ella ayer.
-¿Y quién va a contestar, uno de tus amigos? Yo no te creo. Mira, en verdad, quédate con ella. Yo no soy pendeja, te lo digo.
-Ven acá, chica. No seas así.
-El que quiere anda, -le dijo ella, ya alejándose tanto de él que perdí contacto visual con ella, aunque se escuchaba su voz. -¿Ves como te quedas ahí como un pendejo? ¿Por qué no vienes adonde mí? ¿Ves lo que te digo? ¿Qué me estabas mintiendo, so embustero? Si en verdad no saliste con ella, ¿por qué no te atreves írteme detrás?

Y se alejó y lo dejó allí, con su cara de pendejo anonadado, sus pantalones caídos y sus boxers de cuadritos, como la tela del uniforme de ella. Me pareció una escena muy bien lograda de una telenovela, aunque ni mexicana ni venezolana. Fue natural. Pero luego, me pareció aún más genial mientras le decía un ¡BRAVO, BIEN POR TI! a la adolescente no embarazada. “Empiezas por ahí, y terminaras siendo la primera mujer en formar una colonia terrestre en la luna, o descubrirás la cura para el SIDA, o encontrarás la forma de hallar la paz política y civil del mundo, ¡porque vas a llegar lejos!”. No pude evitar pensar eso, y me entristeció, porque a veces espero demasiado de las mujeres. Me olvido de muchas optan inteligentemente por ser madres, cosa que yo no entiendo, a lo mejor porque hace mucho que le metí un buen batazo a mi reloj biológico. Me olvido de que muchas tienen la ilusión de casarse y formar una familia. Y me olvido de que, por ridículo y far-fetched que parezca, muchas mujeres, todavía a estas alturas del siglo XXI, van a la universidad a buscar novio y embarazarse. A veces me molesto con este tipo de mujeres, tal vez porque me niego a olvidar que hubo un movimiento feminista que planteó la posibilidad de una igualdad que no existe. Tal vez porque me niego a olvidar que durante dicho movimiento muchas mujeres fueron escupidas, encarceladas y violadas por creer en algo digno de creer. Tal vez porque mi madre no tuvo las oportunidades que tuvieron muchas de estas mujeres y que tiraron por la borda. Tal vez porque mis dos hermanas sí las tuvieron y las desperdiciaron como les vino en gana, frustrando así los esfuerzos de mi madre. Tal vez porque no tengo héroes, sino heroínas, como mis amigas Mónica, que una de las mujeres más inteligentes que jamás he conocido (que no sé como coños logra balancear sus labores científicas de física, astronomía y astrofísica, con su pasión por la narrativa y la poesía); Rosalina, que es una excelente narradora y poeta, y quien tiene la ominosa habilidad de comprender el mundo medieval como jamás he visto a nadie entenderlo; mis dos primeras mentoras en la creación literaria, las profesoras Helena Méndez (narradora de puta madre, excelentísima editora y profesora de yoga) y Loretta Collins (una poeta genial proveniente de California y con actitud y perseverancia de California), y todas aquellas mujeres que me han moldeado, como más recientemente, mi supervisora en traducción, Marielba Cancel, dueña del blog La Caribeña, de quien no me canso de aprender formas nuevas de reinventar un mismo chiste y escribirlo. Sí, espero mucho de las mujeres, tal vez porque siempre he pensado que se desde el principio de la humanidad, se han llevado la peor parte en todo, y porque ya me apesta que sea así. No quiero que sea así. Y por eso también escribo contra la publicidad de este país que odio y amo tanto, porque se presta para la venta de un sueño erróneo, porque SI, NO TENGO MIEDO A DECIRLO Y PAGAR LAS CONSECUENCIAS: SOÑAR CON CONVERTIRSE EN MISS UNIVERSE ES UNA FALTA DE RESPETO A UNA MISMA COMO MUJER, Y A AQUELLAS QUE VINIERON ANTES DE UNO, QUE LUCHARON POR UNA IGUALDAD QUE NO SEDIO NUNCA.

Y ahora, adonde iba desde el principio: desde hace dos semanas han pasado unos anuncios en los periódicos, aparentemente anunciando una nueva telenovela o unitario que se llamará La verdad oculta. Entonces ponen algo como esto:
Ella _ _ _ _ _ _ _ _ _ un túnel entre esta _ _ _ _ y la _ _ _ _ _ _ _.
¨ > < + ø¡ ¿ ♥ ¡ . ~ ♥ : . ( ¡ > ♥ ! .

Sucede que toda esta verborrea lo que quiere decir es: “Ella construirá un túnel entre esta vida y la próxima”, pero lo que realmente pretende decir, con la foto de una mujer madura muy sonriente, es: “Ella es pobre, se enamorará de Osvaldo Ríos, que caerá desde el cielo en paracaídas para salvarla de la villana, que también quiero hacerse rica a cuestas de Osvaldo Ríos, quien gusta de montar a caballo, sin que se sepa su pasado oscuro de marido maltratante…”, y por ahí sigue la retahíla de tramas cursis y gratuitas que tanto divierten a la gente sin criterio de este país. Pero con corazoncitos, signos de exclamación y otros símbolos, hasta este escritor se detiene un momento para buscar en la clave qué quiere decir el anuncio.

Por último, me gustaría añadir un comentario final sobre Zuleyka. El peligro de la reinvención está en lo representativo. El peligro viene cuando otros/otras nos reinventan a nosotros, cuando ese proceso debe ser personal. La representación de la mujer puertorriqueña, culona, tetona, caderúa, con pelo rizo y bella, en una niña que con toda probabilidad es anoréxica o bulímica, o peor, ambas, y cuyo cuerpo puede fácilmente ser levantado por la primera ventisca de un sistema atmosférico desorganizado tipo I, me parece errónea. Zuleyka no representa la belleza de este país, así como las muchas que han intentado ganar el concurso o lo han ganado antes que ella. No representan a las mujeres de mi país, que comen grasa y carbohidratos con cojones porque es parte de lo que somos, de nuestra herencia. Nuestros genes se han adaptado para aguantar y adaptar la ingesta de arroz, habichuelas y rajas de aguacate diarias. Y esa niña-fideo no nos representa, ni a nuestras mujeres, ni al pueblo en sí. Y estoy harto de la gente que le da a este trapo de concurso más importancia de la que se merece. Es la misma gente idiotizada que no tiene sueños reales y válidos. Que nadie me dice que aspirar a reina de belleza es un sueño válido porque no lo es. No es válido imponer una figura surrealmente flaca a un pueblo de mujeres, que tras sufrir la baja autoestima general de 5 siglos de colonización, también tienen que lidiar con el estereotipo americano impuesto. No es justo que nos hagamos estos a nosotros y nosotras mismas. Alguien tiene que parar esto.

El olor entre las piernas, cap. 78 Florencio

El olor entre las piernas
cap. 78
Florencio

Desde que tengo uso de razón, he detestado la oferta televisiva puertorriqueña. Esto aduce a múltiples razones, entre ellas, la no-conciencia de nuestra condición de colonizados, las malas copias de programas americanos que tienen nicho en Estados Unidos pero no aquí, lo que me lleva a la falta de originalidad en la oferta, lo repetitivo (¿cuántos años estuvo El Show de las 12 al aire, siempre con el mismo intro?), y lo crasa y descaradamente vulgar del resto de la programación, y los talk-shows, que ya no son como los de Cristina antes, sino pura gritería y puñetazo limpio por el deporte del rating.

En cuanto a esto último, case in point, los programas de Raymond Arrieta y El Gángster. “No te duermas” es un programa estúpido. Es la exaltación de la sexualidad sin la sexualidad. Chicas en bikini, exceso de doble sentido tendiente al sexo, más chicas en bikini, más drama barato diario de celebridades contra celebridades, mucho bochinche, y más chicas en bikini o gistro. No tengo nada en contra de las mujeres. Para nada. Pero aún siendo gay, no me satisface el programa los miércoles. Si quieren realmente pasar un programa que sea sobre sexo, de sexo, y para el sexo, ¿por qué no simplemente pasar pornografía a esa hora? Pero ese coqueteo con lo sexual, pero a paños tibios, es puro cocktease. Es mediocre, ridículo, y una de las razones por las cuales critico fervientemente la televisión de mi país.

Otra cosa son los programas que resultan copias malísimas de programas americanos. Hace falta sólo ponerse a ver “Zúmbate”, el desaparecido “Mira que te veo”, y otros. Son copia fidedigna, o facsímiles razonables de America’s funniest videos, y otros sitcoms.

Los talk-shows dejan mucho que desear. Laura se puso el disfraz de vigilante y vengadora de los desafortunados, y se olvidó de que ella misma no escapa del escrutinio público y los otros vigilantes y vengadores. Entonces está la pendeja de Marta Susana. Estoy harto de ver cómo la bruja se atreve a decirle a los panelistas cómo deben vivir su vida. También había hasta un padre católico que tenía un talk-show (que daba pena ver, porque entonces el show se convertía en jirimiqueos y mucho lloriqueo). Todos estos cabrones comenzaron sus carreras imitando a Oprah (de quien se olvidar de emular lo mejor, como por ejemplo, el book review semanal, y el hecho de que Oprah no permite que sus panelistas se pasen de la raya) y a Jerry Springer (que dejaba que la gente se diera puños y bofetadas por ratings). Un buen proyecto de ley internacional sería regular estos talk-shows, ponerles unos límites, y enjuiciar a los presentadores cuando se den situaciones en donde una madre le pega a su hija adolescente embarazada en plena audiencia.

Aquí no hay originalidad. No entiendo cómo un pueblo tan fanático de Star Wars y cada película de fantasía, misterio y ciencia ficción que llega a la isla, no se ha inventado programas de esa temática. Que nadie me diga que no hay budget. Esa es la peor excusa que se pueden inventar. Por ejemplo, aquí sería genial hacer una serie como las de “Law & Order” y “CSI”. ¡Hasta le sacaríamos partido a la extensa criminalidad que reina en el país! ¡Nos serviría de material para escribir! Y si nos dejáramos de tapujos sexuales, podríamos hacer una serie como la de “Big Brother”, específicamente, como la del season de Brasil, de la cual, uno de los protagonistas era un muchacho exhibicionista que gustaba de andar desnudo por toda la casa mostrando su gigantesca pieza. ¡Podríamos hasta hacer una especia de “Survivor” en Mona, Monito y Desecheo! ¿Qué nos pasa Puerto Rico? Que somos un reguerote de copiones, pero no copiamos lo que tenemos que copiar, sino lo más fácil de copiar, que es siempre lo peor de las demás culturas que no rodean. Para eso solamente es que miramos fuera del país.

Entonces, ¿por qué apoyar la televisión del patio? Me han dicho que soy un vendido, porque veo TV satélite y no apoyo el talento local. Pero, ¿qué talento tiene realmente gente como Antonio Sánchez “El Gangster” y Raymond Arrieta? Y sobretodo, ¿por qué nos rebajamos tanto y les lamemos el culo al llamarlos artistas? Estos individuos, como la mayoría de los “artistas” de la TV boricua no tienen talento alguno, salvo para el chiste fácil, que siempre termina siendo de doble sentido sexual (y aclaremos que el arte no debe nunca ser de DOBLE sentido, pues sería bidimensional, sino de TRIPLE, CUADRUPLE y de MULTIPLES sentidos, pues el arte verdadero es polisémico). Yo me enorgullezco de gritarlo a viva voz: ¡YO NO ESTOY OBLIGADO A APOYAR EL “TALENTO” DE MI PAIS, SI NO SE MERECE APOYO ALGUNO! No hay quien me obligue a hacerlo.

Esta mañana leí una columna de VOCES de El Nuevo Día, de Cecilia la Luz, hablando del personaje Florencio Melon Pujals, creado por Raymond Arrieta. Tengo unas observaciones que hacer del mismo:

1. Este tipo de comediantes ridiculiza a mucha más gente que una minoría sexual.
2. La supuesta pérdida de audiencia no creo que se deba a un despertar de la conciencia puertorriqueña, la cual sigo pensando que está dormida. Me parece que lo que planteó la ilustre es una utopía.
3. El comediante no se retiró por presión ejercida por las campañas de la Organización Unidos por la Igualdad. Pensar que esto es así, sería otra utopía más, y muy poco sabio en medio de una guerra tan obvia entre los hetero que siguen haciéndonos la vida imposible, y los homo que queremos cambio a todo cojón.
4. Si bien es cierto que la televisión americana ofrece más variedad y alternativas, también es cierto que esto hay que cogerlo con pinzas. Por ejemplo, no veo en qué pueden ser edificantes la mayoría de la producción programática de MTV, MTV2 y VH1, salvo los vídeos musicales, que son una forma de arte en sí misma, y los programas que ofrecen sobre historia de la música (específicamente en VH1). En esto tengo que incluir un programa que me pareció bastante chévere de MTV, pero que lo veo razón de ser en ese canal, porque su contenido no tiene nada que ver con música, pues fue un reality show de artes marciales llamado Final Fu. Esto me lleva a “Will and Grace”. Este programa no es exitoso por lo exitoso de las vidas de los personajes. Eso sería una falacia y bedtime story. El programa es exitoso porque tiene algo que en la lengua de mi padre se llama “wits”. El diccionario de mi laptop lo define de la siguiente manera: “mental sharpness and inventiveness; keen intelligence; a natural aptitude for using words and ideas in a quick and inventive way to create humor”. El problema del “wit” es que para lograrlo, hay que tener un gran conocimiento de las dos lenguas maternas: la puramente académica y la de la calle, de las cuales sólo conocen la última estos animadores y “artistas” mediocres de la TV boricua. “Will and Grace” utiliza un tipo de comedia que obliga a pensar, que es el tipo de comedia que se puede ver una y otra vez, y todavía provoca risa, que es a lo que todo comediante y productor de comedia debe aspirar. No me imagino a La Comay teniendo “wits”, ni a Laura Hernández, aunque a lo major drogada sí, ni a Maripily. Bueno, de esta última me ha dado con pensar que se hace la bruta porque tiene más “wits” que el país entero. Lo otro que hace a “Will and Grace” tan exitoso, es la habilidad que tienen los personajes de burlarse de sí mismos. Para comenzar SON personajes en todo el sentido de la palabra, en cuanto a que, son multidimensionales, tienen carne, son reales. Yo no me puedo imaginar a Florencio Melon Pujals teniendo algo así como una rutina diaria. No me lo imagino cepillándose los dientes, ni planchando ropa para trabajar, ni amando a otra persona. Es un personaje que ni siquiera alcanza a ser silueta, en oposición a Will, Grace, Jack y Karen, cuya multidimensionalidad hace posible que puedan burlarse de sí mismos una y otra y otra vez, por más de cuatro seasons. En cuanto a la auto-burla, que provoca la auto-reflexión, y por ende, la auto-evaluación, que es parte de un proceso natural de sanación, sólo funciona sin ofender cuando es auto-. Por eso, la comedia juega con filo tan fino de la navaja, entre lo cómico y lo inhumanamente maltratante. No es lo mismo que otro te ridiculice a que te ridiculices a ti mismo, lo que me lleva a dejar algo sobre la mesa: lo más que siempre me ha molestado de personajes como Florencio, la Localizada y otros, es que se trata de la visión maleducada, o simplemente, no educada que un imbécil heterosexual tiene sobre nosotros. Estos personajes ni siquiera nos representan, porque, pónganse a pensar, si es verdad que la mayoría de los homosexuales están todavía en el clóset, significa que la mayoría de los homosexuales son puros machos a lo macho heterosexual, con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva.
5. En Puerto Rico, la agresión televisiva hacia los homosexuales (y en esto las lesbianas tienen una ventaja, pues son rarísimos, casi inexistentes, los personajes ridiculizando a las buchas truckeras en la TV del patio), va mucho, mucho más allá de la inseguridad de la masculinidad. Y en esto, como ya verán, tenemos culpa todos, tanto hombres como mujeres. Y es que en esto se ve reflejado el odio hacia la mujer. Me explico. Yo siento una intensa furia cada vez que un pana mío gay me dice “nena”, “loca” o “pata”. No sé, pero nunca pude superarlo. Debe ser debido a la carga semántica tan fuerte que esas palabras tienen cuando van dirigidas hacia un hombre, sea de la orientación sexual que sea. Y es que, tenemos la visión de que el hombre no debe ser afeminado, ni debe tener en un demeanor nada que ver con lo femenino, porque lo femenino es débil. Lo cual nos lleva al mito de Adán y Eva, y la culpa, como siempre, terminarán teniéndola los machos que escribieron la Biblia y dieron origen a la mayor plaga que la humanidad ha visto jamás, que no es el SIDA, sino el cristianismo. Lo femenino es débil. Los nenes no lloran, las nenas sí. Los nenes se dedican a los carros y a tareas fuertes. Las nenas para la casa. Otra cosa, mucho más fuerte: las mujeres están hechas para ser folladas, para “coger bicho por la crica”, los hombres para “dar bicho por la crica”. Y el problema entre los homosexuales, la incomodidad que viene con esas palabras, es que nosotros no tenemos opción en cuanto al sexo: o somos tops (damos por el culo), o somos bottoms (cogemos por el culo). Harto estoy yo de declararme versátil (hago de las dos cosas, 50%/50%), sólo para que venga un amigo gay no-iluminado y me diga que si soy versátil es lo mismo que ser bottom. ¡Hasta nosotros mismos apuñalamos la mujer! ¡Somos todos una sarda de misóginos! Y me incluyo, porque si no fuera misógino, no me sentiría incómodo cuando me dicen “loca”, “nena”, o “pata”. No me sentiría incómodo con Florencio Melon Pujals. Por eso, siempre le he aconsejado y requete-aconsejado a mis amigas y a todas las mujeres a las que pueda aconsejar, que vayan a Condom World, se compren el dildo más grande que vean, y se lo empujen a sus maridos y novios por el culo, para que aprendan a sentir como ellas y se sensibilicen. Es lo mejor que hay para humillar a un hombre heterosexual y lograr que se le bajen los humos. Que los amarren de la cama boca-abajo, y cuando él se crea que le van a dar la mamada de su vida, que le alcen las piernas y le metan el puño con manteca Cerdito, para que entiendan que de una mujer salieron, y que por una mujer tienen vida, y que tienen madres, hermanas, esposas e hijas, y que la mujer se merece el mismo respeto, la misma posición, y las mismas oportunidades que nosotros, y que NO ESTA EN NOSOTROS otorgárselas, porque no se trata de hacerles un favor, ni re reconocerles una condición. Se trata de humillarnos nosotros mismos y entender ellas también tienen sangre en las venas, y sufren como nosotros, pero que, a diferencia de nosotros y por culpa de nosotros, se han llevado la peor parte en todo durante los 14,000 y pico de años de historia de la humanidad.

Me alegro de que Raymond se haya retirado, aunque sólo sea por unos meses. Es bueno eso de reinventarse. Es saludable. Pero reconozco que creerme que este ha sido el fin de Florencio sería un error. Lo único bueno que tengo para defenderme de sus ataques y los de todos los demás comediantes del país, es apagar la TV o cambiar de canal.