EL OLOR ENTRE LAS PIERNAS
CAP. 16
DE LIBROS QUE HACEN LLORAR Y DIARIOS QUE NO SE PUEDEN ESCRIBIR
El otro día me encontré a mi queridísimo amigo Manuel Clavell Carrasquillo en la librería. El chamo se encontraba todavía en recuperación de todos los chinches que le habían caído tras su crítica creativa de Hilos de voz de Noelito Luna. Enseguida nos pusimos a hablar y a joder un buen rato, buscando libros que comprar para leer, para su columna, y para un fufú que tenemos planeado juntos. Se trata de un blog que queremos hacer entre ambos, de tono queer. Enseguida me invitó a que le sugiriera libros para su columna, entre conversaciones impropias sobre el nuevo escritor de la serie de Sherlock Holmes, a quien le deben haber pagado pco más de 3 millones de dólares por una nueva entrega de los libros del detective británico estreñido. Le sugerí par de libros, entre ellos, uno de mis favoritos, de Sue Monk Kid, The Secret Lives of Bees. Cometí el error de decirle que ese libro a mí me hizo llorar. Creo que él no confía en ese tipo de libros. A lo mejor le huelen a Coehlo. Buscamos más libros en la sección de los paperbacks a mitad de precio, pero me di cuenta que mis sugerencias no le hacían mella. En un punto de la conversación me dijo que esos libros le parecían demasiado “gringos”. Finalmente, ninguno de los libros que le sugerí le gustó.
Total, que lo que teníamos planeado no se dio: que era buscar el libro de Tori Amos, el que contiene las letras de todas sus canciones, libro que jamás llegó a esta ínsula tan extraña (estoy sacando a Julio Ortega de contexto, bien cabronamente, pero creo que pueden comprender por qué), que ni siquiera Borders lo mercadea aquí. No se nos dio, n leer el libro juntos, ni hacer una reseña de él para la revista Domingo de El Nuevo Día. Una real pena, porque es un libro excelente para los poetas de nuevas generaciones, o para todo aquél que quiera aprender a escribir poesía.
Lo que me lleva a El olor entre las piernas. Este libro ya ha hecho llorar a mucha gente. Espero que eso no lo convierta en un libro coehlista, sino que sea como Mayra me enseñó, un mensaje dentro de una botella de cristal, flotando en el mar, que le llegue a alguien en el momento menos esperado. En cuanto a mí, a lo mejor este libro me ha servido para hacer lo que nunca tuve disciplina suficiente para lograr: escribir un diario disciplinadamente y de manera coherente. No sé por qué nunca pude escribir uno, debe ser que yo de pequeño lloraba demasiado, entonces ¿para qué escribir algo que leyendo en retrospectiva, me hiciera llorar? Debe ser que ahora finalmente tengo los cojones para hacerlo. O a lo mejor el olor entre las piernas se ha vuelto una peste maligna que de alguna forma hay que exorcisar.
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1 comment:
I wanna read! I wanna read!
Yo, en donde esta la gente de Sta. Rita? Ha sido bien bien silenciado por aqui en los ultimos dias.
Y no te he visto. Estas escribiendo? O ya estan por examenes finais?
Como quiera, me gustaria leer el libro...
gimme a yell D!
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