El olor entre las piernas
Cap. 43
Another Brick in the Wall
Luego de perderle el miedo a las conversiones y convenciones de fe, esta semana tengo que decir que me ha ido muy bien en la bárbara Bárbara. Creo que tiene que ver con agosto, y cómo la ciudad vuelve en sí, después del bochornoso aburrimiento del verano. Todo cae en su lugar, se puede ver cómo la IUPI sigue siendo el mismo caos de siempre, sólo que esta vez los decanatos tuvieron la perspicacia de dividir la matrícula por facultades, y ahora en cada facultad hay un gran caos. Sonrisas. Muchas sonrisas.
Al otro lado de la ciudad, llegando al límite de la misma, compuesto por Cupey, he decidido, a lo mejor un poco muy apresuradamente, que tengo madera de maestro. Hay algo que se siente en el ambiente cuando uno tiene talento para algo. Debe ser el "crackle" de la electricidad en la nubes y cómo esta estática nos para los pelos de la parte de atrás del cuello. A mí me ha pasado, desde el lunes. Me siento Hitler, quien con su sola personalidad entraba en los coliseos llenos de arios nazis y mientras iba posando su mirada y su brazo en Hail! iban cayendo en una ola de silencio.
Bregar con niños es mucho más fácil y compensador que lidiar con adultos. La formación, y ahora lo entiendo como ahora entiendo tantas cosas, depende completa de mí. Hoy les di sus primeros informes orales y lo tomaron con mucha madurez. ¡Claro está, estoy bregando con nenes de escuela privada de riquitos y clase media asfixiada! Pero no deja de impresionarme que sólo tengo que mirarlos fijamente a los ojos, para aquietar sus compulsivos y jóvenes espíritus.
Hay dos niños en mi salón que ya siento que los quiero mucho. R. y L. R. tiene, al igual que yo, ADD. Lo adoro porque es ultra-mega-inteligente, como yo lo era cuando tenía su edad, pero se va en unos viajes cabrones, como hacía yo a su edad. Siempre estoy pendiente de él, y le doy ejercicios a hacer en la pizarra, para que se espabile. Pero coqueteo con la posibilidad casi latente de que este nene llegue a ser un artista o un escritor. Lo he sorprendido dos veces teniendo conversaciones enteras consigo mismo, o con un amigo imaginario, no lo sé. Contrario a las demás maestras, pienso dejarlo quieto, que las tenga. Sabrá Dios todos los personajes que debe tener por dentro...
L. es simplemente una chulería de nene. No sabe casi inglés, y a lo mejor por eso es que cae mejor que todos los demás. Lo veo como un "underdog", de esos que parecen pendejitos y que al final dan el 200% y se llevan a todo el mundo enredado. Yo también era así. Alo mejor por eso me gustan tanto estos nenes, me recuerdan mucho a mí cuando pequeño.
Anoche fue la tercera noche de esta semana en la cual he podido conciliar un sueño placentero, aunque para sonámbulos insomnes y narcolépticos como yo, cuando se acerca la noche sabemos si podremos dormir o no porque se siente una estática en el aire, como lo que se siente cuando está justo a punto de llover a cántaros en la ciudad, como el "crackle" que uno siente cuando tiene talento para algo. Anoche lo sentí un poco, me asusté, me tomé dos UNISOM, y comencé a rezar mi Hechizo Patentado Para Los Dulces Sueños: Nírvana Illyria Samsara... Para mi sorpresa, dormí muy bien, pero tuve una pesadilla.
Soñé que mis tres grupos estaban todos juntos en un mismo salón y que me cantaban la canción de Korn: We don't need no education... Hey teacher! Leave the kids alone! All in all your are just another brick in the wall... Ya está decidido. El CD de Korn se va para el zafacón.
Wednesday, August 10, 2005
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